Cuatro Clásicos del Cine Español que no deberías perderte (Vol. 1 Filmoteca FNACional)
En su cruzada por reivindicar el cine español, la Fnac ha lanzado una colección en la que algunos de los mejores títulos de nuestra cinematografía han sido remasterizados en audio y video, y editados en DVD y Blue Ray. El mes de septiembre ha sido el turno “La Cabina” de Antonio Mercero, “El Desencanto” de Jaime Chavarri, “El Verdugo” de Luis García Berlanga, y “El Perro del Hortelano” de Pilar Miró. Todo un lujo al alcance de nuestras manos, y una oportunidad única para que muchos descubran que, además de toreros y futbolistas, España es tierra de buenos cineastas cuando las condiciones son favorables.
A continuación repasamos las razones por las que estas cuatro grandes películas harán las delicias del los cinéfilos más exigentes:
El Desencanto
Dirección: Jaime Chavarri
Reparto: Documental, familia Panero
Si no tuviéramos constancia de su verdadero origen, no sería descabellado sospechar que «El Desencanto» pertenece más al terreno de la ficción cinematográfica que al género documental. Con el pretexto de un homenaje póstumo a Leopoldo Panero, Jaime Chavarri aprovecha para indagar en la vida del mítico poeta de Astorga, a través de una serie de entrevistas realizadas a su mujer e hijos. Lo que en un principio parece un trabajo de investigación rutinario, se transforma progresivamente en un exorcismo de los demonios que han estado atormentando a la familia Panero durante la vida del poeta y después de su muerte. El espectador se debate entre la fascinación provocada por la personalidad de los cuatro personajes que desfilan ante sus ojos, y el horror de presenciar semejante exhibición de trapos sucios. Jaime Chavarri se encontró fortuitamente con un material que jamás logró imaginar para sus películas de ficción. Sin embargo, hay que reconocerle el mérito de haberlo exprimido inteligentemente, así como de haber sabido ensamblarlo como exigía la ocasión. Un clásico imprescindible e irrepetible del cine español.
La Cabina
Dirección: Antonio Mercero
Reparto: José Luis López Vázquez, Agustín González, Goyo Lebrero
Antonio Mercero firma una de las obras más carismáticas del cine patrio con la inestimable ayuda de José Luis Garci en la escritura de su original guión. «La Cabina» recurre al atípico formato del mediometraje para narrar una historia que invita a interpretaciones políticas y sociales. Tras dejar a su hijo en el autobús del colegio, un tipo entra en una cabina recién instalada para hacer una llamada de teléfono. Cuando quiere salir al exterior, le resulta imposible abrir la puerta y solicita ayuda a todo el que pasa por delante de su improvisada cárcel. Mercero crítica una sociedad que permanece indiferente ante el mal ajeno, una sociedad indefensa ante un Poder que no garantiza los derechos de sus ciudadanos. Un Estado opresor y una población adocenada. Al principio de la película, un grupo de operarios bajan de un camión e instalan una flamante cabina roja en el centro de un parque, como si todo fuera fruto de un plan premeditado. Ni siquiera la fuerzas del orden público pueden ayudar al personaje interpretado por un sensacional Jose Luis López Vázquez. Mercero y compañía engañan al espectador iniciando su película con un tono cómico, que acabará transformándose en una terrible pesadilla.
El Verdugo
Dirección: Luis García Berlanga
Reparto: Pepe Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella
José Luis García Berlanga tenía una habilidad especial para criticar el orden establecido a través del humor. Además de ser una de sus obras más logradas, «El Verdugo» es todo un fresco de la sociedad española de los años 50. Aunque la película sea eminentemente una denuncia feroz contra la pena de muerte, en sus imágenes hay suficiente espacio para cuestionar el atraso cultural y las costumbres trasnochadas de nuestro país, respecto a la Europa de la época (algo perfectamente extrapolable a la actualidad). Estamos nuevamente ante un terrible drama disfrazado de comedia: el de José Luis (Nino Manfredi), que después de haber aceptado su designación como verdugo, intenta desesperadamente evitar su macabro debut. Como una espada de Damocles, la pena de muerte sobrevuela todo el metraje mientras el espectador acompaña al protagonista en una nueva vida dominada por las imposiciones sociales, y sobre la que no tiene ni voz ni voto. «El Verdugo» puede parecer sencilla a primera vista, pero está cargada de reflexiones muy interesantes que no conviene pasar por alto; al igual que la interpretación de Pepe Isbert, uno de los grandes.
El Perro del Hortelano
Dirección: Pilar Miró
Reparto: Carmelo Gómez, Emma Suárez, Ana Duato, Miguel Rellán
A Pilar Miró siempre le fueron los desafíos, y adaptar «El Perro del Hortelano» a la gran pantalla no sólo fue el mayor de ellos, sino también el broche final a una carrera ejemplar. Contrariamente a lo que apuntan sus primeros minutos, la película se sigue con atención desde el momento en que el espectador asimila el estilo y los versos de Lope de Vega. El amor y el capricho, el engaño, las relaciones de poder entre clases sociales, la envidia…una película que abarca diversos temas con gran naturalidad y a través de una historia sencilla: la Condesa de Belfor se interesa por Teodoro, su secretario, cuando descubre que éste mantiene una relación con Marcela, una de sus sirvientas, pero no se puede permitir ser vista con alguien no perteneciente a la nobleza. Destaca el trabajo de unos actores en estado de gracia, sobre todo Carmelo Gómez, Emma Suárez y Ana Duato, así como la manera en la que Miró traduce la obra del poeta y dramaturgo madrileño al lenguaje cinematográfico. El diseño de producción y la fotografía de Javier Aguirresarobe contribuyen a dar una mayor credibilidad al contexto en el que se desarrollan los hechos. Desmarcándose de lo políticamente correcto, los personajes de «El Perro del Hortelano» siguen siendo tan encantadoramente frívolos y amorales como en la obra original. Un entretenimiento maquiavélico (como lo era su autor), que trae a la memoria clásicos internacionales del cine de época como «Las Amistades Peligrosas» de Stephen Frears.
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Carlos Fernández Castro