Primera Crónica desde el Festival de Cine Alemán de Madrid 2014
La 16º edición del Festival de Cine Alemán abrió el pasado martes 10 con Exit Marrakech, la última película de Caroline Link, Oscar a Mejor Película Extranjera (En un lugar de África) en 2002. Dicha obra explora la relación entre un padre y su hijo, desconocidos entre ellos, y el cruce de culturas entre Europa y el mundo árabe. Abrir el certamen con una película tan notable, repleta de interpretaciones intensas por parte del joven Samuel Schneider y el veterano Ulrich Tukur, es toda una declaración de intenciones. Y eso es precisamente lo que los asistentes buscan en esta decimosexta edición del festival madrileño: un cine alemán contemporáneo, que nos devuelva al panorama nacional una cinematografía que no debería pasarnos desapercibida.
Tras el arranque de jornada, recogida de acreditaciones, y demás trámites que inauguraban el festival para la prensa y profesionales, el cine Palafox de Madrid abría las puertas de su Sala 1 a un cine social, comprometido con la realidad actual, y plagado de referencias culturales, sociales, económicas y políticas. Tras la exitosa proyección de Exit Marrakech, llegó el turno de que su directora, Caroline Link, el joven protagonista, Samuel Schneider, y la directora de German Films, Mariette Rissenbeek, atendiesen a los medios en una rueda de prensa en la que pudimos comprobar, de primera mano, numerosos detalles e inquietudes del rodaje de esta película inaugural.
El miércoles ofreció la oportunidad de ver películas como El extraño gatito, Tiempo de caníbales o Westen, así como Querida Courtney, que desgranaremos en una siguiente crónica, o Susurros tras la pared. Todas ellas representativas de una realidad muy concreta de la Alemania actual; especialmente El extraño gatito (Das merkwürdige Kätzchen), una comedia coral de tan solo 72 minutos de duración, en la que el debutante Ramon Zürcher retrata una atípica familia con un sinfín de interrogantes y cuestiones por resolver. El director plantea el individualismo como eje de su ópera prima, y reflexiona sobre la creciente importancia de la tecnología en nuestras vidas.
El tercer día del 16º Festival de Cine Alemán de Madrid, arrancaba con una valiente apuesta de este cronista: compartir con seiscientos niños el visionado de Los hermanos negros. Y es que la nueva película del director suizo Xavier Koller, otro ganador del Oscar a la Mejor Película Extranjera, ahonda en una fórmula literaria muy próxima a la literatura de Charles Dickens, pero con evidentes toques cinematográficos que recordaban sobremanera a los Gangs of New York (en miniatura, claro) de Martin Scorsese, o los pandilleros de Érase una vez en América de Sergio Leone. Protagonizada por el gran Moritz Bleibtreu (El experimento, Corre Lola corre, El quinto poder), la cinta ha conseguido mantener a los jóvenes allí reunidos, pegados a sus asientos y aplaudiendo en los momentos más heroicos de la función.
Las sesiones vespertinas despertaban más expectativas; algunas fueron cumplidas, y otras no tanto. Para la primera sesión, elegimos Banklady, un homenaje explícito y casi no pretendido a Bonnie & Clyde; una película con algunos aciertos y muchos fallos, en la que se narra cómo una mujer llegó a convertirse en la primera ladrona profesional de bancos. Al terminar la primera de estas sesiones, y tras una fila de espectadores que daba la vuelta a la esquina del cine Palafox, pudimos ser testigos de la momentánea sensación de la 16º edición del Festival de Cine Alemán.
Tiempo de Caníbales es una obra que comienza como comedia, rozando el absurdo más real que podamos imaginarnos, y termina convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Johannes Naber, director de la película, sorprende en el certamen madrileño con un retrato de la clase ejecutora: tres consultores pasan sus días de negocios en un hotel de Nigeria, mientras el mundo capitalista que han ayudado a construir se rebela contra ellos. Todo un éxito que confiamos no tarde mucho en llegar a España. De lo contrario, nos estaríamos perdiendo una de las joyas de este año de cine europeo.
Antonio Sánchez Marrón
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