Alfonso Cuarón tiene un hermano, y también dirige. Carlos Cuarón estrena Besos de azúcar
Carlos Cuarón es un director y guionista mexicano, que se dio a conocer internacionalmente cuando elaboró esa maravilla de guión, nominación al Oscar incluida, que fue Y tu mamá también, dirigida por su hermano Alfonso. Pistoletazo de salida hacia el estrellato de Alfonso, que luego dirigió Harry Potter y el Prisionero de Azkabán, posiblemente la mejor de la saga, Hijos de los Hombres y una de las sensaciones de la temporada, Gravity. Carlos se quedó agazapado en retaguardia esperando su oportunidad, trabajando en varios cortometrajes hasta que aparecieron Gael García Bernal y Diego Luna para crear una de las mejores comedias deportivas como fue Rudo y Cursi. Cinco años después ha vuelto a dirigir, le ha costado tiempo, sudor y lágrimas, pero al fin se estrenó en México Besos de Azúcar.
Carlos Cuarón y su hermano fantasearon con la posibilidad de hacer un remake de Melody (1971), de Waris Hussein, donde se narra, desde el punto de vista de los niños, el amor de una pareja de adolescentes que desean fervientemente casarse. Pero se dieron cuenta que era imposible «porque Melody responde a la inocencia de una era, a principios de los 70», en palabras de Carlos Cuarón. Fue entonces cuando pensó en la hacer su propia historia de amor. «Siempre y cuando estuvieran involucrados niños en el umbral de la adolescencia donde están descubriendo quienes son y donde están descubriendo… el amor.», añade.
Para completar el reparto de la película, Carlos Cuarón montó un taller de actuación un año antes de empezar a filmar, donde empezó a reclutar a niños. Es muy interesante la manera que tuvo Cuarón de elegir a la pareja protagonista. Durante ese taller les daba a los niños partes del guión para que lo representaran, mientras les grababa en video. Al final se quedó con César Kancino y Daniela Arce como los dos jóvenes enamorados. Junto a ellos Verónica Falcón, Héctor Jiménez, Paloma Arreondo y Kristyan Ferrer.
Es una historia del primer amor, del primer amor infantil, una especie de Romeo y Julieta con sentido del humor, en el contexto de uno de los barrios más antiguos y de marcado acento cultural, de la Ciudad de México llamado Tepito. Nacho es un niño de 12 años que se enamora perdidamente de Mayra, la hija de La Diabla, peligrosa lider de los vendedores ambulantes situados en un mercado tradicional mexicano (tianguis). Su amor les liberará de una existencia bastante deprimente, rodeados de policías corruptos, altares a la Santa Muerte y de la violencia de los narcos.
La película ha tenido buena acogida en los festivales donde se ha proyectado, a pesar de no tener un gran gancho comercial como fue con su anterior película con actores conocidos. Y esa es su gran baza, porque la gente entra a ver la película sin ningún prejuicio, y se lleva una gran sorpresa por el nivel actoral, sobretodo de los dos niños protagonistas.
Hillman