Homeland (segunda temporada) (2012)
«Homeland», la gran sorpresa del 2011, ya está de vuelta. Tras un final de primera temporarada un tanto predecible y decepcionante, tenía mucho interés en ver cómo continuaba la historia de espías plagada de intriga y suspense que había cautivado a toda la crítica y a gran parte del público. Es verdadque los primeros capítulos de la serie me dejaron un tanto frío. Coincido con los pocos que opinan que, en ocasiones, la serie se convertía en un continuo y a veces desenfrenado giro inesperado. Tampoco me acabó de convencer el tono del principio; acostumbrados como estamos al tratamiento que da la ficción norteamericano almundo árabe-musulmán, las papeletas estaban dadas y el premio parecía el de siempre: tufillo rancio-patriótico pos 11 de septiembre que tanto gusta por aquellos lares y que aquíse nos atraganta. Finalmente «Homeland» resolvió cualquier atisbo de duda y seconvirtió en un producto de mucha calidad, con dos personajes principales profundos y complejos que poco a poco íbamos descubriendo. Esta segunda temporada me ha ganado desde el principio. Sin tener que dar a conocer cada uno de los personajes, tramas o subtramas, la serie camina con paso firme gracias a un magnífico guión, dos actores a la altura de dos grandes personajes y una historia que gira esta vez en torno a sus debilidades, manteniendo e, incluso, acrecentando un ritmo y tensión en la narración que dejan al espectador pegado al sillón.
Con el comienzo de la temporada, seis meses después del final de la pasada, nos encontramos a una Carrie en las profundidades de la incertidumbre. La ex-agente de la CIA se da cuenta de que ya no piensa con claridad. El punto débilde Carrie es que le han arrebatado la seguridad en su clarividencia e intuición para analizar situaciones comprometidas. Ha vuelto al tratamiento, vive con su familia y poco a poco va tratando de recuperarse impartiendo clases de inglés a inmigrantes árabes. Por otro lado, el sargento Brody se postula como posible candidato a la vicepresidencia. Las dudas erosionan lo que parecía una inquebrantable determinación para castigar al gobierno americano y ,por ende ,a su pueblo. Por cierto, esto es quizás el punto más débil en la trama de la serie, o al menos eso me parece a mí. Nunca se ha justificado de forma creíble la metamorfosis sufrida por Brody: de mando militar norteamericano a fanático terrorista. En cualquier caso, su vida familiar y social parecen haber dado un vuelco: ya no parece ese robot programado para ejecutar una acción. Las continuas presiones que sufre por parte de unos y otros van haciendo mella en un hombre que ya no esta seguro de nada.
En definitiva, los cuatro primeros capítulos de la segunda temporada de «Homeland» son lo mejor que he visto últimamente en televisión. En mi opinión, la evolución de los personajes y la trama han «naturalizado» la serie manteniendo los puntos fuertes de la primera entrega (tensión y ritmo) haciéndola más verosímil y profunda. Se ha convertido en una clara aspirante a formar parte del Olimpo de la televisión.
David Rubio Lucas
En el último capítulo y esas ‘confesiones’ mutuas en ese cuartucho, Claire Danes y Damian Lewis se han ganado los Emmys del año que viene otra vez