FESTIVAL DE SAN SEBASTIAN, MARLANGO Y LOS SUEÑOS DE ULMA
El Festival de San Sebastián cerró sus puertas el pasado sábado con muy buenas sensaciones por la calidad de las películas exhibidas en la sección oficial y el glamour exhibido por el sustancioso número de caras conocidas que desfilaron por su alfombra roja. Sin embargo, un evento de esta trascendencia atesora muchos más atractivos a lo largo de los días que la mera proyección de películas en sus diferentes categorías. Entre otros blogeros españoles de dilatada trayectoria, Bandeja de Plata tuvo la oportunidad de asistir al programa de actividades diseñado por la marca Coca-Cola Light y el grupo musical Marlango durante el último fin de semana del certamen donostiarra, y comprobar de primera mano el ambiente festivo que se respira en cada rincón de la ciudad.
Todo ello surge de la presentación de la pieza audiovisual ‘Los Sueños de Ulma’, un interesante proyecto en el que se conjuga el formato cinematográfico con una banda sonora que va mucho más allá de un simple acompañamiento de las imágenes y que nos trae el ritmo cadencioso y evocador de Marlango, grupo integrado por la actriz Leonor Watling, el pianista Alejandro Pelayo y el trompetista Oscar Ybarra. De hecho, el cortometraje escrito y dirigido a dos manos entre el realizador Rómulo Aguillaume y la propia Leonor Watling, quien también lo protagoniza, no puede entenderse sin la música del grupo madrileño, hasta llegar incluso a suscitar la sensación de estar viendo un videoclip cinematográfico de una creatividad brillante.
Los Sueños de Ulma se estrenó el viernes en los cines Príncipe de San Sebastián ante la expectación de numerosos medios de comunicación, que decidieron dejar momentáneamente la actividad frenética del festival para poder ver en primicia el cortometraje y preguntar acerca del proyecto a sus responsables; el citado Rómulo Aguillaume y los componentes de Marlango.
La primera impresión fue de estar ante una sugestiva pieza que logra componer en breves destellos una historia coherente en la que el personaje interpretado por Watling decide cumplir cada uno de los deseos manifestados por su amiga Ulma (a la que da vida Maribel Verdú) antes de morir. Así, mientras el primer tercio del corto destaca por un tono dramático, el resto de la trama adquiere tintes más positivos, la luz cambia y se torna diáfana y los compases de la canción ‘Lo que sueñas, vuela’ terminan por impulsar una sucesión de escenas en la se introducen instantes de comicidad y optimismo.
Junto a las dos citadas intérpretes femeninas, en Los Sueños de Ulma también podemos ver las colaboraciones de Juan Diego Botto, Nur Levi o Eloy Azorín, y los cameos de Óscar Ybarra (trompetista del grupo) y Mario Vaquerizo, representante de Leonor Watling.
Para complementar la presentación de ‘Los Sueños de Ulma’ en el marco incomparable del Festival de San Sebastián, Coca-Cola Light, promotor del proyecto y entidad patrocinadora del certamen, llevó a cabo una serie de actividades para potenciar el impacto del cortometraje. Así pues, la misma noche del viernes se celebró en el hermoso patio del Museo de San Telmo la Fiesta de la Industria, donde el grupo Marlango interpretó algunas canciones de su último disco ante un público compuesto por periodistas, actores y gentes del mundo del cine en general.
No obstante, el plato fuerte estaría reservado para el sábado por la tarde con el concierto del grupo madrileño en el Kiosko del Bulevar de San Sebastián, donde se extenderían algo más de una hora y media para el deleite de todos los donostiarras allí presentes y las personas que pudieron seguirlo en streaming por Spotify.
Del mismo modo, previamente a la celebración del concierto, los blogueros invitados por Coca-Cola Light tuvimos la oportunidad de conocer personalmente a los miembros de Marlango en un encuentro informal en el que pudimos saber algunos de los detalles de ‘Los Sueños de Ulma’ o, tal y como lo definió Leonor Watling, “el tráiler de una película inexistente”. Watling también hizo hincapié en lo bonito de una experiencia que la ha llevado por primera vez tras las cámaras, aunque recalcara que fue Aguillaume el encargado de los aspectos más técnicos. Alejandro Pelayo, por su parte, reivindicó el rol de los mecenas (en este caso la marca de refrescos) en una coyuntura económica difícil en la que la Cultura es una de las primeras víctimas.
El encuentro se desarrolló en un ambiente distendido marcado por la amabilidad y cercanía de los componentes del grupo, quienes respondieron abiertamente cada una de nuestras preguntas, lo que supuso el cierre ideal para un fin de semana en San Sebastián en el que, además de la música de Marlango, hubo mucho cine para ver.