Mátalos Suavemente (Killing them softly) (2012)
Nota: 7
Dirección: Andrew Dominik
Guión: Andrew Dominik
Reparto: Brad Pitt, Richard Jenkins, James Gandolfini,Scott McNairy, Ben Mendelsohn, Ray Liotta
Fotografía: Greig Fraser
Duración: 104 min
En 1974 se publicó “Cogan’s Trade”, una de los libros más reconocidos del escritor George V. Higgins. La novela reproducía el mundo del hampa en Boston a través de la historia de un robo. Grandes personajes, diálogos fantásticos y un argumento muy sencillo. Estos eran los atributos cinematográficos que el director Andrew Dominik detectó en esta novela negra, y estas son las principales cualidades de su libre adaptación de la obra de Higgins: “Mátalos suavemente”.
Si en “Chopper” -la primera película del director- era todo sobre un hombre enfrentado al mundo, en “Mátalos suavemente” el marco es, como en “El asesinato de Jesse James…”, el de una comunidad fuera de la ley. Sin embargo, el análisis de “El asesinato de Jesse James…” es mucho más introspectivo y matizado, mientras que el de “Mátalos suavemente” es calculado, sucio y algo menos profundo.
Tal y como había identificado Dominik en el libro, la historia de “Mátalos suavemente” tiene un planteamiento y una trama de líneas atractivas y simples; hay una intriga que, simplemente, hace fluir a la acción. Sin grandes alardes narrativos, la sencillez se convierte en una cualidad al servicio del mensaje del director. Y es que para el cineasta neozelandés el interés de esta irónica crisis del hampa radica en su metáfora: los fallos de control económico a partir del póker clandestino son una pequeña versión de los mismos problemas globales que padecemos hoy en día todos los ciudadanos.
Esta asociación de ideas está subrayada por continuas referencias, normalmente sonoras, al contexto político y económico del año 2008. El director establece el contraste entre lo que vemos – la realidad cruda de “los de abajo”-, y lo que oímos a través de los medios –los problemas y soluciones de “los de arriba” -. Los personajes parecen no prestar atención a este contexto; es un reflejo de la total desconexión y escepticismo de la sociedad ante estas problemáticas. La crisis de valores sociales se refleja en todos los protagonistas, pero sobre todo en Jackie Cogan (Brad Pitt); el carismático personaje es un superviviente, un hombre que tiene un código particular y cae bien, pero que conoce las reglas del despiadado juego y las sigue sin dudarlo ni un instante.
Para retratar esta sociedad corrupta y cínica, Dominik, como Higgins, sienta a sus personajes y los pone hablar. La clave de este thriller negro, más allá de la violencia, son las agudísimas y pausadas conversaciones que mantienen los personajes. Los interlocutores son de auténtica altura; Brad Pitt, Richard Jenkins y James Gandolfini se dan réplica como los grandes actores que son, mientras que los poco conocidos Scott Mcnary y Ben Mendelsohn aguantan bien el tipo en papeles complicados. Una pena no poder disfrutar de una ración más grande de Ray Liotta o del fugaz Sam Shepard.
Como en sus dos anteriores trabajos, el cineasta de Wellington cuida mucho el aspecto visual: buena ambientación, selecta fotografía y planos inventivos. El problema derivado de esta labor es que Dominik cae en una contemplación que no es necesaria para lo que está contando; en ocasiones, el relato se nota como un conjunto de piezas bonitas que no encajan homogéneamente. La banda sonora, llena de buenos temas, acentúa también esta sensación. Pese a todo ello, se agradece el intento.
“Killing them softly” puede decepcionar a aquellos que esperen un thriller adrenalínico, e incluso puede defraudar a los cinéfilos que vayan en busca de cine negro a la antigua usanza. No, no hay persecuciones en coche ni femmes fatales, pero a lo largo de hora y media se perfila un retrato y una perspectiva interesante de cómo funciona la sociedad individualista contemporánea, aunque a veces sea con la brocha gorda. Una película para disfrutar sin demasiadas exigencias.
Arturo Tena – @artena_
Arturo, me encanta tu crítica. Pero esta vez es solo es porque me encanta como escribes, ya que la película me pareció de lo más desagradable que he visto últimamente… Carece de cualquier tipo de elegancia presente en el cine negro a la antigua usanza. Además, me manifiesto en contra de todas esas críticas que hablan de la película haciendo referencia al «humor» del guión. No me pareció para nada graciosa. No es que sea un bodrio, simplemente es que este tipo de cine tan esquifoso no me va.
Hola Marble,
entiendo que no te atraigan, pero desgraciadamente ( o afortunadamente), no suelo desechar películas por poco elegantes, esquifosas o desagradables; si están bien hechas y los argumentos no son gratuitos, adelante con el mal gusto. En el caso de «Mátalos suavemente», creo que la película encierra una crítica – siempre jugando con la atracción y no muy bien articulada, es verdad- a ese tipo de discursos y situaciones inmorales que mantienen los personajes.
Como siempre, muchas gracias por tus comentarios.