Tres Veces 20 Años (3 Fois 20 Ans) (2011)
Nota: 6
Dirección: Julie Gavras
Guión: Olivier Dazat, Julie Gavras
Reparto: William Hurt, Isabella Rossellini, Doreen Mantle, Kate Ashfield
Fotografía: Nathalie Durand
Julie Gavras lo ha intentado, no se le puede negar, pero los resultados hablan por si solos; la directora francesa no ha salido airosa del siempre difícil reto de mezclar con éxito drama y comedia. En su favor, podemos decir que muy pocos han sido los directores que han dominado la combinación de ambos registros en un mismo film: Billy Wilder, Woody Allen o actualmente Alexander Payne, por poner varios ejemplos representativos.
En el caso de «Tres Veces 20 Años», la hija de Costa-Gavras pretende camuflar, con una música vitalista y varios golpes de humor fallidos, algo tan deprimente como la no aceptación del paso del tiempo y las consecuencias que ello puede provocar en las relaciones sentimentales. Bien cierto es que, a pesar del tema que trata, el film logra desmarcarse del drama mas tremendista y no recurre a la lágrima fácil.
El principal problema de la película radica en su guión, el cual denota la escasa habilidad de la cineasta gala para la creación de situaciones cómicas -tan importantes para mantener el equilibrio en este film-, así como una alarmante falta de sutileza a la hora de manejar el devenir de los acontecimientos que narra. Como en un mal espectáculo de marionetas, parte del encanto de la película -que lo tiene- se desvanece al quedar tan a la vista los hilos hilos maestros.
En ocasiones, el paralelismo entre las nuevas vidas de cada uno de sus protagonistas resulta molesto, debido a la excesiva similitud entre ambas; ocurre exactamente los mismo cuando somos testigos de las artimañas que emplean sus hijos para intentar reconciliar a sus padres. El espectador tiene la sensación de estar presenciando un producto milimetricamente calculado, cuando este tipo de cine basa gran parte de su fuerza en la espontaneidad y naturalidad de su propuesta.
Afortunadamente, estos dos últimos factores descansan, de modo parcial, en el trabajo de los actores; y si hay algo en esta película que merezca la pena, es el duo protagonista. Bien cierto es que, debido a su reciente inactividad en roles principales, cada vez que vemos a William Hurt y a Isabella Rosellini en la gran pantalla de nuevo, no podemos evitar tener la misma sensación que sus personajes en este film: cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando Rossellini se erigía en uno de los mitos eróticos de toda una generación tras su deslumbrante interpretación en «Terciopelo Azul»; y William Hurt deslumbraba a propios y extraños con su fulgurante carrera plagada de éxitos ochenteros como «Fuego en el Cuerpo» o «El Turista Accidental».
«Tres Veces 20 Años» es ese tipo de películas francesas que se basan en un suceso puntual de la vida de sus protagonistas, y que tan buenos resultados han dado siempre a la cinematografía vecina. Aunque este no sea el caso, tampoco podemos hablar de fiasco, ya que la directora gala alivia parte del peso de sus errores a través de un desenlace resuelto con elegancia y que deja una sonrisa en la boca.
Carlos Fernández Castro