Young Adult (2012)

Nota: 6

Dirección: Jason Reitman

Guión: Diablo Cody

Reparto: Charlize Theron, Patrick Wilson, Elisabeth Reaser

Fotografía: Eric Steelberg

De vez en cuando, irrumpe en el panorama cinematográfico uno de esos directores que un gran sector de la crítica se encarga de ensalzar como el nuevo «Mesías» del cine moderno. Jason Reitman es un claro ejemplo de ello, y «Young Adult» es su último trabajo -después de la sobrevalorada «Up in the Air»-, en el que ha vuelto a colaborar con Diablo Cody, la aclamada guionista de su segunda película, «Juno». Al ver esta nueva cinta, todavía no consigo entender la razón por la cual Reitman es considerado como uno de los directores mas prometedores de Hollywood, y Cody una de sus guionistas más cotizadas.

El principal problema de una película como «Young Adult» es su argumento, basado en un acontecimiento meramente anecdótico, cuyo desarrollo -tal y como está concebido- no debería haber llevado más de media hora; director y guionista se empeñan en estirar el argumento hasta convertirlo en repetitivo y previsible; algo muy alejado de su planteamiento inicial, durante el cual el espectador sospecha (equivocadamente) que está ante una película diferente.

Cody comete el error de pensar que la mera construcción de una protagonista alejada del convencionalismo imperante, hace de su guión algo transgresor; nada mas lejos de la realidad. Mientras que Charlize Theron se encarga de dar vida a Mavis Gary con unos resultados verdaderamente portentosos, el resto de la película se resiente de un quiero y no puedo, debido a la escasa coherencia en el comportamiento del resto de los personajes, y a la reiteración de las situaciones.

Por otro lado, es digno de elogio que los artífices de esta producción hayan descargado el peso de la película en un personaje tan desagradable y no se hayan arrepentido a mitad de camino, haciendo un alarde de coherencia poco habitual en el cine moderno. Reitman sabe que sólo una actriz como Theron puede sostener un personaje como Mavis gracias a su talento; pero también gracias a un atractivo físico, con el que intenta compensar todos sus defectos frente al resto de los personajes, y sobre todo frente al espectador, que además es participe de todas sus miserias. Una jugada arriesgada, de la que la protagonista de «Monster» sale más que airosa, a pesar de la incapacidad de su director por alcanzar un mínimo grado de empatía entre el espectador y la protagonista.

Parece que están de moda ese tipo de películas en que las mujeres hacen lo que antes era patrimonio exclusivo de los hombres en la gran pantalla, pero común a ambos sexos en la vida real: beber alcohol hasta quedar inconsciente; levantarse con la ropa del día anterior y una resaca monumental; vestir habitualmente de manera despreocupada pero luego emperifollarse para una cita con la esperanza de acabar en una cama ajena; mostrar un comportamiento sexual desinhibido… Ya lo hizo recientemente «La Boda de mi Mejor Amiga» (Bridesmaids) y lo hace ahora «Young Adult», desmarcándose de películas como «La Cosa más Dulce» o «Bad Teacher», intentos fallidos de lo comentado anteriormente, e insultantes para la inteligencia del espectador.

Pero el verdadero mensaje de «Young Adult» va más allá de esta reivindicación; lo que realmente muestra esta cinta es la incapacidad de algunas personas adultas para madurar, para dejar atrás hábitos propios de la adolescencia, para asumir responsabilidades, para evolucionar como persona… Es innegable que logra su propósito, pero el precio es demasiado alto, ya que por el camino pierde un ingrediente fundamental en esto del Séptimo Arte: el entretenimiento.

Carlos Fernández Castro

http://youtu.be/Hzj0qBdma3k