Qué Bello es Vivir (It’s a Wonderful Life) (1942)
Escrito por Carlos Fernández Castro el 23/1/12 • En la Categoría Cine clásico,Críticas de cine
Nota: 8,5
Dirección: Frank Capra
Guión: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra
Reparto: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Gloria Grahamme, Thomas Mitchell, Henry Travers
Fotografía: Joseph Walker y Joseph Biroc
Cada vez que veo «Qué Bello es Vivir», no puedo explicarme la mala prensa que esta película ha tenido siempre entre cierto sector del público. Es innegable que se trata de un film ingenuo, fantasioso, exagerado, e incluso aceptaría tildarlo de ligeramente almibarado; pero si enfocamos todos estos aspectos desde un punto de vista positivo -tal y como Capra propone en su obra-, no tienen por qué ser considerados defectos. Porque precisamente la ingenuidad, la fantasía y la pasión son algunos de los ingredientes que no abundan en el mundo en que vivimos; y créanme, no estarían de más.
Frank Capra, adalid cinematográfico de las buenas intenciones, nos cuenta una historia de esperanza, perseverancia, sacrificio y paciencia. Pero sobre todo, hace referencia -aunque no lo cite expresamente- a un término muy utilizado en la actualidad: el karma; porque lo que hace el personaje interpretado por James Stewart a lo largo de todo el metraje es sacrificarse por otras personas de manera completamente altruista, obteniendo justa recompensa por ello -bonito, aunque en la vida real no exista la «justicia divina»-.
Algunos podrán considerarla como empalagosa y buenista -en el mal sentido de la palabra, si es que lo hay bueno-; yo prefiero considerarla como una bonita exhalación de lo que debería ser el comportamiento del ser humano, independientemente de las fechas navideñas en que está contextualizada. Sin embargo, «Qué Bello es Vivir» no muestra un mundo tan idealizado como muchos tienden a comentar de forma peyorativa.
Pero por encima de su mensaje, Capra nos regala una película con un excelente ritmo narrativo y una calculada manipulación de nuestros sentimientos; mientras que el planteamiento y el desenlace están sembrados con un encantador sentido del humor, el nudo se caracteriza por un exacerbado dramatismo, garantizando el mayor impacto emocional de un conmovedor tercer acto.
Frank Capra es pura elegancia; la forma en que transforma a su protagonista, justo cuando ha tocado fondo, es una auténtica delicia. Gran conocedor de cómo deben manejarse los tempos en el Séptimo Arte, el director de «Sucedió una Noche» retoma el toque cómico de los primeros compases del film e invierte progresivamente el predominio del pesimismo por un incipiente optimismo, que finalmente deviene en euforia. El resultado deja con un nudo en la garganta a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad, sin importar cuántas veces haya visto la película.
James Stewart encarna de manera modélica al típico héroe «Capriano»: principios inquebrantables, moral intachable, y abnegación impropia de un ser terrenal; el cambio de registro que exhibe en el segundo tercio del film es realmente portentoso y demuestra grandes posibilidades de sombras en un actor que aparenta ser el paradigma de la bondad humana. El resto del reparto da la talla sobradamente; desde un excepcional Lionel Barrymore, pasando por una bella Donna Reed y una jovencísima Gloria Grahamme.
En Bedford Falls, hay canallas multimillonarios -como en el mundo real-, que casi siempre consiguen todo lo que se proponen; también hay personas que se entregan a todo tipo de adicciones al no ser capaces de afrontar una realidad distinta de la que siempre habían soñado; pero independientemente de nuestras creencias religiosas, los milagros a veces ocurren, y Bedford Falls puede dar buena cuenta de ello.
Carlos Fernández Castro
Es un film ingenuo, fantasioso, exagerado, e incluso almibarado… pero que bien me lo paso revisitándola. Muchas películas hoy en día también responden a esos calificativos pero no tocan la fibra como esta.
Qué razón tienes Juapersan
Me barrunto, compa Carlos, que esta peli legendaria de Capra es una de esas extrañas obras en que se da la circunstancia de que tanto sus detractores como sus defensores tienen una buena batería de razones para defender su posición, sin que lo contradictorio de sus argumentos se neutralice mutuamente. Porque todo eso, tanto lo bueno como lo malo, está ahí, sin duda alguna. A mí, particularmente, me parece una gran película…
Un abrazo y buen fin de semana.
Totalmente de acuerdo contigo Manuel, gran película a pesar de todo…
Un saludo
Carlos
Añado un famoso gazapo de «Qué bello es vivir».
El día en que sucede toda la acción, George habla por la mañana con su hermano y su madre por teléfono, porque ambos se encuentran en Washington (creo que con el Presidente o algo así) para recibir una condecoración. Por la noche, cuando se reúnen todos en casa de George, allí en primera fila está la mamá. Poco después aparece Ernie, el taxista, que ha ido a recoger al hermano (que acaba de llegar in extremis) a la estación.
Inexplicablemente la madre ya estaba allí… 😛
Fumando espero Aythami…
….del 42, imagínate. Es un film que no merece ser criticado en exceso. Moralina a saco pero que mas dá, para mi es un cuento de Navidad que interesa ser revisado de vez en cuando.