The Walking Dead (segunda temporada 1-7)
“The Walking Dead” se despidió en Estados Unidos hasta el 12 de febrero del año que viene, momento en el que continuará la emisión de los 6 episodios restantes de su segunda temporada. La exitosa serie de AMC dice adiós al 2011; no veremos más “walkers” durante casi tres meses y he de reconocer que no sé si los echaré de menos. Y eso porque, pese a un digno arranque de temporada, los siguientes capítulos no habían hecho más que confirmar mi sensación de hartazgo y apatía con una serie que no para de dar vueltas sobre lo mismo sin que la trama se decida a avanzar. Me refiero principalmente a que la mayoría de los personajes permanecen estancados, sin definirse. Parece una etapa llana del Tour, de esas que sólo son buenas para quedarse dormido frente al televisor. Ahora bien, y siguiendo con el símil ciclista, el sprint de esta etapa, que estaba siendo bastante anodina, tuvo un séptimo capítulo que deja abiertas muchas posibilidades y puede suponer un impulso definitivo para que por fin la serie tome un nuevo rumbo.
Tengo la sensación de que en «The Walking Dead» cada detalle está estudiado con el único propósito de conseguir un producto lo más rentable y duradero posible. Siempre con el freno de mano puesto, todo está controlado, o esa es mi impresión. Y no es que las últimas noticias referentes a AMC (problemas en los presupuestos de sus grandes series incluida esta) me hayan influido. Ni siquiera la salida de Darabont (productor ejecutivo de la primera temporada) haya sido una mala noticia para la serie. Tampoco soy uno de esos que anteponen la calidad de los cómics frente a la serie, es verdad que los primeros me parecen más entretenidos, pero eso no tiene porqué ser óbice para disfrutar de la serie.
El principal problema que tengo con la serie es que el ritmo no es el adecuado, por mucho que algunos críticos televisivos lo defiendan. «The Walking Dead» va desacompasada. Pondré un ejemplo: «Treme», la maravillosa serie de David Simons, tiene un ritmo narrativo que calificar como lento seria un claro acto de generosidad, pero es el perfecto para desarrollar una trama llena de historias que se van sucediendo de forma natural frente a nosotros. Es precisamente esta forma de contar lo que les sucede a los ciudadanos de Nueva Orleans lo que hace que el espectador se identifique con las vivencias de personas que viven a miles de kilómetros. En cambio, en «The Walking Dead» los personajes permanecen planos y anodinos mientras acumulan tópicos con el transcurso de los minutos. La única manera de despertarnos de este letargo narrativo es o bien algún arranque de «furia» por parte de Shane o ver cómo a uno de esos zombies tan bien hechos le destrozan la cabeza. Y es que parece que a alguien se le ha olvidado que aquí lo que se cuenta no es más ni menos que la típica historia apocalíptica con zombies de por medio que al menos debe cumplir con ciertas reglas básicas del género de acción y no parecerse cada vez más a un culebrón venezolano.
Esperemos que lo visto en el ya famoso séptimo episodio sea el preludio de un renacer de una serie que agoniza con cada capítulo que pasa.
David Rubio Lucas
Coincido contigo en la opinión sobre los personajes. Dijeron que esta temporada se iba a centrar en la supervivencia personal de cada uno, pero como bien dices se han quedado un poco a las puertas. Yo soy fan de la serie, y confío en ella al margen de los cómics (que no los he leído, pero al fin y al cabo una adaptación es una adaptación), por eso la sigo viendo a pesar de que cojee un poco. Personalmente, ya estoy harta de los arranques de furia de Shane y de su creciente nazismo, así que espero que tiren del carro otras circunstancias…
Algo que no me ha gustado demasiado en esta temporada ha sido la evolución de algunos pjs. Daryl se hacía más humano conforme Shane perdía esa cercanía y… puf, me pareció bastante cutre. Pero, bueno, en febrero seguiré esperando los capítulos, así que ya veremos 🙂
PD: Además, todavía me sigo acojonando cada vez que acecha un zombie, aunque está comprobado que parece cada vez más y más fácil matarlos (a no ser que aparezca un zombie salvaje inteligente que sabe registrar caravanas…).
esto va a ser un tipo Lost.
No sé, Eloy; lo de LOST no tuvo nombre, me cuesta creer que una serie alcance el nivel de desencanto que produjo el desenlace de la serie mas famosa de los últimos tiempos.
A me ha decepcionado mucho esta segunda temporada, muy floja, muy centrada en lo religioso hasta el punto de llegar a ser casposa. Porque lo de los zombies en la inglesia sentados no se como digerirlo. Esta claro que la visión de esta serie pretende centrarse en las relaciones humanas y en como vivirían en un caso así pero no hay por donde creerselo. Desde que visten de verano y con camisa corta me parece cosa inconcebible si estas viviendo al limite y con el miedo a que te contagien con un simple roze.
Es curioso, pero a mí el tono religioso me parece acertadísimo. ¿Podemos tener fe en el apocalipsis? ¿Son los zombies obra de Dios? ¿Podemos creer en Dios? Resulta paradójico.
pues yo creo que el ritmo narrativo de la serie es lo que la caracteriza y hace interesante, ese no pasa nada, no pasa nada, que va creando tensión hasta que explota, como en el capítulo final de esta primera parte de la segunda temporada, y como colofón (SPOILER) aparece esa niña de la que ya nos habíamos olvidado todos.
es como esa magnífica obra de arte «There will be blood».
Claro que quizá, acostumbrados a series con ritmo MTV nos sepa a poco.
Bueno es cuestión de opiniones, a mi me parece absurdo ese ritmo en una serie de zombies en la que no pasa nada de nada durante 6 capítulos para que en el séptimo pase «algo» durante 15 minutos. Y que de la niña no nos acordamos …. si están todo el rato buscándola, es difícil de olvidar.
No he visto nunca una serie de la MTV y tampoco me parece una obra de arte «There will be blood», a lo mejor es por eso que no pensamos lo mismo, pero gracias por dejar tu opinión que por supuesto, es tan válida como la mía.
Algunos apuntes…
1º Partiendo desde la certeza de que muchos de los puntos que tratas son puramente subjetivos (cuando no, muy personales, lo cual no es necesariamente malo), creo que incurres en un error de partida considerando la serie como un producto de género y su heterodoxia con respecto a éste como un «defecto de fábrica». Ésto no es una película de George A. Romero, es una serie en la que HAY zombies, no una serie DE zombies.
Si comparamos la serie con dos títulos recientes como «El Bosque» o «El Incidente» (dos títulos que se vendieron -especialmente el primero- como productos de género), creo que podemos darnos cuenta de que en realidad tratan sobre la paranoia post-11S y sus consecuencias morales. En los seis capítulos de la segunda temporada se han expuesto diversas situaciones moralmente discutibles: la posesión de armas, quién decide quien puede o no tenerlas y por qué, si un niño debe o no aprender a usarlas, si estamos legitimados o no para matar a los zombies (llamalos iraquíes, iraníes, norcoreanos, nazis, yonquis, enfermos, llámalos Al-Qaeda, llámalos enemigos, llámalos como quieras), si debemos tener remordimientos en caso de hacerlo o no, si son personas «enfermas» que pueden curarse o no, si son sólo hombres-máquinas sin sentimientos y programados para matar o no. Al final la respuesta siempre es la misma: la situación es tan excepcional que justifica todo aquello que antes producía repulsa. Todo esto está justificado porque peligra nuestra supervivencia, peligra nuestra sociedad, peligra nuestra libertad, peligra nuestro modo de vida. God bless America…
2º Se puede discutir si la carga moral de la serie, los temas que plantea y la forma en que éstos se ponen en escena es la apropiada o no. Casi nunca se profundiza mucho en ellos, es cierto, y eso podría considerarse como una sucesión de tópicos expuestos por personajes estereotipados, pero creo que lo verdaderamente interesante es como todo eso, pese a estar presente, pasa totalmente desapercibido en el contexto. Los personajes no se sientan a discutirlos en asamblea como en una película de Ken Loach, sino que esos conflictos se muestran en un segundo nivel o no llegan siquiera a mostrarse, diluyéndose algunas veces en lo cotidiano y otras en los momentos de climax más ligados al género. Son conflictos que muchas veces ni siquiera llegan a plantearse porque se aceptan sin más y es esa situación de «normalidad», la total aceptación de lo inmoral o lo irracional, lo que me resulta más destacable en el desarrollo dramático la serie. Es esa misma situación de «normalidad» la que nos hizo aceptar Guantánamo y dos guerras en Oriente Medio, porque la situación era excepcional y lo justificaba.
Y 3º (no quiero ser muy pesado y ya lo estoy siendo), el tema del ritmo es casi lo más discutible de todo. Te recomiendo que te apuntes a algún festival de cine a ver pelis de Pedro Costa o de Bela Tarr para que veas lo que es lentitud. O a la filmoteca a ver algo de Bergman o de Ozu. «The Walking Dead» te va a parecer Walt Disney al lado de todo eso X-DDD.
En serio, lo del ritmo es muy personal. No conozco ninguna regla métrica objetiva y ortodoxa que defina claramente el ritmo de una película o de una serie. Depende del autor, depende de la cultura, depende de la historia, depende del propio espectador. Personalmente me gusta el ritmo de la serie porque asumo desde el comienzo que no es una serie de acción y mucho menos una obra de género. Pero entiendo que a otros les aburra. Supongo que no es ni bueno ni malo.
La serie tiene sus fallos, como todo, pero creo que sería interesante determinar qué es objetivo y qué no lo es, porque un análisis siempre debe aspirar a serlo. Si no, estamos cultivando el «Boyerismo», ya sabes a quien me refiero…
Un saludo y gracias.
Creo que lo que de «buena»tiene la serie es precisamente lo que bebe de las pelis sobre zombies creadas por G.A.Romero, incluso en los contenidos subliminales del film. Por cierto creo que exageras en los planteamientos filosóficos sobre el comportamiento humano que según tu alberga esta serie. Se plantean cosas, pero esta serie no la dirige Lars von Trier.
Está claro que la serie se ha desinflado, puede que sea el ritmo, si por este ultimo entendemos el parón de la segunda temporada, pero lo que realmente se carga la serie(independientemente de la audiencia)es el guión poco trabajado que se plantea, lleno de situaciones absurdas que sostienen la trama principal.
Por no hablar de la carencia(en lineas generales)de» cine» en esta segunda temporada, cosa de la que podria debatirse.
Hola!
No negaré la posibilidad de que haya exagerado. Tampoco la de que haya cometido un error tratando de ver esta serie desde un punto de vista diferente. Es lo que tiene dar una opinión: siempre estás expuesto a equivocarte. Pero lo que sí que no puedo hacer es negar aquello que veo, por erróneo que sea.
Está claro que no es una película de Von Trier, ni tampoco de Pasolini si me apuras. Lo que he querido decir es que, desde mi punto de vista, «The walking dead» es lo que Scorsese llama «cine contrabandista», es decir, una producción de género que muestra muchas más cosas de las que dice. No siempre se trata de una actitud consciente por parte del autor. Tal vez Shyamalan no pensó en el 11-S cuando hizo «El bosque» y tal vez Kirkman tampoco pensó en ello cuando escribió la novela gráfica, pero es muy difícil desprenderte del contexto socio-cultural en el que vives. Sigo pensando que el tema zombies es algo circunstancial, es un pretexto, «la amenaza exterior» personificada en unas bestias programadas para matar. Lo importante es el conflicto moral, aquello de si podemos hacer todo lo contrario de lo que prometimos porque «la situación es excepcional». Pero repito, tal vez es lo que yo creo o quiero ver.
Pese a todo, se puede entrar a discutir la calidad «cinematográfica» de la serie, si está desequilibrada o si el guión es poco verosímil. Lo del ritmo me parece un argumento igualmente válido, pero demasiado relativo. Depende de la tolerancia del espectador, del autor, de aquello que se quiere contar… Kubrick es muy parsimonioso y no veo a nadie decir que sus películas son malas porque son lentas.
Un saludo.
En realidad puedo estar de acuerdo contigo en que hay un trasfondo independiente a la trama zombie que analiza como interactua el ser humano ante determinadas situaciones extremas. Pero creo que en este caso el flojo guión y las mediocres actuaciones no llegan a transmitirnos nada. En «El bosque» advierto claramente mensajes paralelos así como en «El protegido», pero aquí no me llegan y me aburren soberanamente.
En cuanto a la parsimonia de Kubrick. Diré que es una «lentitud de calidad». No creo que la «velocidad» de los acontecimientos determine la calidad de un film o serie. Particularmente creo que en la serie ha habido un cambio muy brusco del tempo entre las dos temporadas, incluso las localizaciones se empobrecen. Pienso que una serie sobre zombies caminantes, si pretende ser eso, no da para mas de una temporada.
un saludo.
Por cierto, lo que dije sobre «si podemos hacer todo lo contrario de lo que prometimos porque la situación es excepcional”, llevaba segundas… Últimamente lo oigo mucho en otros programas que también parecen historias de zombies, aunque en realidad no lo sean… se llaman telediarios.
Un saludo y un placer compartir comentarios contigo.
holaaaa..!! como sea! me encanta esta seriee quiero seguir viendolaa,quiero ver la tercera temporada , buena suerte a todos sus actores lo hacen de maravilla. saludos desde venezuela..!
aythami. Tristemente¿ nuestro mundo? parece una de zombies. Por un lado personas que han heredado algo, ya sea un bien material, un negocio, dinero….o simplemente educación, y el resto, formado por una turba pululante, manipulada y desorganizada…..como bien dices los telediarios son fiel reflejo de estos dos grupos. Puede que algún dia los zombies se organicen y esto por fin cambie.