Las Aventuras de Tintin: el Secreto del Unicornio (The Adventures of Tintin: Secreto of the Unicorn) (2011)

Nota: 7,5

Dirección: Steven Spielberg

Guión: Steven Moffat, Edgar Wright, Joe Cornish (Cómic: Hergé)

Reparto: Animación, Jamie Bell, Andy Serkis, Daniel Craig, Simon Pegg, Nick Frost

Música: John Williams

En un fragmento inicial del álbum ‘Tintín y los cigarros del faraón’, el periodista creado por Hergé salva a una mujer que está a punto de ser golpeada por dos hombres. De pronto nos damos cuenta de que lo que parecía un heroico auxilio en mitad de las montañas árabes es en realidad una irrupción desafortunada en una escena de una película de aventuras. Desde que Tintín se introdujo torpemente en el terreno del celuloide en esas viñetas, varias veces se ha intentado realizar el proceso contrario con resultados tampoco muy alentadores; parecía que el cine, por una razón u otra, no terminaba de captar la esencia del mundo de Hergé. Hasta que han llegado dos tipos que tienen el dinero de Rastapopoulos pero que, al contrario del archienemigo de Tintín, lo han invertido en algo realmente bueno.

Efectivamente,  Spielberg y Jackson han conseguido que ‘Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio’,  más allá de ser mejor o peor película, sea una buena adaptación. Han logrado modificar una obra y codificar su lenguaje sin olvidarse del espíritu original del comic.

Como era de suponer después de la larga espera, en el aspecto técnico no hay nada que reprochar: la iluminación, el trabajo de ajuste de planos a partir del cómic y las capturas de interpretación son de muchísima categoría. El estilo de la animación, el motion capture, da la posibilidad de crear esa doble naturaleza de la que hablaba para que se convierta en una meritoria adaptación; hay armonía entre lo fiel y lo distinto. El riesgo de querer atraer al poco tintinólogo público americano no ha impedido que podamos disfrutar de un producto que, pese a ser de consumo, está pensado y cuidado hasta el mínimo detalle.

Los personajes creados por Hergé tienen su idiosincrasia, sus particularidades y, sobre todo en los primeros álbumes, mucha gracia. La película, pese al atropello de situaciones, consigue captar el alma de casi todos ellos (los mejores, Haddock y Milú) y los momentos cómicos  que protagonizan, seguramente gracias al trabajo del guionista y cómico británico Joe Cornish, también funcionan. No faltan las teatrales reacciones de Tintín, los variados insultos del capitán o los ‘yo aún diría más’ de Hernández y Fernández. La genial banda sonora del mítico, y ya poco prolífico, John Williams no hace más que potenciar este buen trabajo de caracterización.

La historia del film está bien hilada. Juntar tres álbumes distintos de Tintín y añadir escenas de otros y convertir esa mezcla en un guión homogéneo no es fácil. El problema está en que, como decía, el ritmo de la narración es demasiado alto; el querer comprimir tres aventuras en una hace que, cuando todavía te estás poniendo cómodo en la butaca, ya hayas presenciado  una muerte y dos persecuciones. Asistes a un bombardeo de largas escenas de acción que a lo mejor en EEUU gustará, pero que a mí me parece excesivo.

No hay duda de que Spielberg se luce con su característico entretenimiento: las magníficas transiciones, la parte del antepasado Hadoque o el cacareado plano secuencia son de cine de alto standing, pero aún así, me habría gustado que hubiese prestado más atención a las escenas estáticas, que las hay y son buenas. Supongo que el ‘Rey Midas’ habrá pensado que sacrificar un poco de espectacularidad y movimientos de cámara para ganar consistencia en las partes de misterio y diálogo habría puesto en peligro el gran impacto en taquilla que está teniendo y tendrá la película. Una pena.

Pese a todo esto, los méritos de ‘Las Aventuras de Tintín: El…’ son más que suficientes para que se erija como la adaptación definitiva del trabajo del historietista belga. La dupla Spielberg-Jackson  ha conseguido transferir al cine todo lo imaginable para que quedásemos contentos con ella, tanto aquellos que conocen al correcto periodista como los que no. Llegar a ese nivel es ya un auténtico logro.  No sé vosotros, pero yo no pienso perderme el relevo que empieza a preparar el director de ‘El Señor de los Anillos’ en lo que promete ser una saga de lo más curiosa.

Arturo Tena