(500) Días juntos ((500) Days of Summer) (2009)

Nota: 8

Dirección: Marc Webb

Guión: Michael H. Weber, Scott Neustadter

Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel

Fotografía: Eric Steelberg

Música: Mychael Danna, Rob Simonsen. Andrea von Foerster (supervisión musical)

“Chico conoce a chica… Pero esto no es una historia de amor”, nos advierte una voz en off al principio de “500 Días Juntos”. Es entonces cuando nos preguntamos sobre qué es lo que nos vamos a encontrar, pero es una pregunta para la que ya sabemos la respuesta: Es una película sobre la vida, sobre una experiencia, sobre la memoria tramposa. Pero ante todo, es una película deliciosamente original.

“500 Días Juntos” es una película diferente, en la que el debutante Marc Webb, valiéndose de una estructura no lineal (como la memoria), y con un peculiar uso de la narrativa temporal, nos cuenta una historia divertida en algunas ocasiones, amarga en otras, romántica y con un profundo sentimiento nostálgico que nos envuelve en su atmósfera como un recuerdo. Webb nos lleva por lugares comunes, con situaciones cotidianas (visitas a IKEA, a tiendas de discos, tardes en bancos de parques urbanos), pero a la vez tremendamente originales (incluyendo unas casi desconocidas vistas de Los Ángeles), en parte provocadas por la originalidad de la narrativa.

La película está narrada desde el punto de vista del protagonista masculino, interpretado por un estupendo Joseph Gordon-Levitt, que encarna al perfecto chico indie, con un aire melancólico y enamoradizo, lo que aporta una perspectiva distinta respecto a las clásicas películas románticas, y de cómo su memoria recuerda su historia con el personaje de Zooey Deschanel, brillante en un papel alocado, dulce, sincero y contradictorio.

Webb no escatima en recursos para llevarnos por su montaña rusa de sentimientos, desde escenas más propias de un musical, hasta un atardecer en un tren que resulta ser una de las escenas más bonitas de los últimos años por su maravillosa fotografía; incluyendo una banda sonora intensa, con una excelente selección de temas que encajan a la perfección en este puzle de sentimientos, haciendo que Regina Spektor, The Smiths, The Tender Trap o alguna versión de la propia Zooey Deschanel nos acompañen por este viaje a los rincones de la memoria.

“500 días juntos” está llamada a convertirse en una de esas películas indie de culto, por su originalidad, por su sabor agridulce, y porque todos sabemos (aunque a veces queramos creer lo contrario) que “chico conoce a chica – chico pierde chica – chico recupera chica y son felices para siempre” no es la estructura normal de la vida; porque “500 días juntos” es incluso dolorosamente real, porque nos lleva por lugares comunes a todos nosotros, por situaciones cotidianas; pero sobre todo, porque es una película que arriesga a contar la cosas de manera diferente, porque nuestra memoria está preparada para quedarse con las cosas buenas, porque miramos para atrás y recordamos anécdotas aisladas sin una cronología y por ello, nos sentimos identificados, porque en el fondo, “500 días juntos” nos habla de nosotros mismos, dejándonos con una sensación de nostalgia y una sonrisa en los labios.

Clara Ochoa