Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia! (The Hangover, Part II) (2011)
Nota: 6
Dirección: Todd Phillips
Guión: Scott Armstron Craig Mazin, Todd Phillips
Reparto: Bradley Cooper, Ed Helmes, Zach Galifianakis, Paul Giamatti
Fotografía: Lawrence Sher
EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)
Podríamos decir que «Resacón II: ¡Ahora en Tailandia!» es más de lo mismo, pero estaríamos obviando el factor sorpresa que incorporaba la primera parte. Todd Phillips se ciñe a la formula que convirtió «Resacón en Las Vegas» en el sleeper del 2010, permaneciendo fiel al lema: «si algo funciona, ¿por qué cambiarlo?, que tanto daño ha hecho al cine norteamericano reciente. No obstante, estamos ante una película entretenida, que en determinados momentos logra arrancar alguna carcajada (siempre gracias a la vis cómica de Zach Galifianakis), pero que no acaba de cumplir lo que prometen sus interesantes primeros 60 minutos.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
Argumento: Ed ha vuelto a encontrar el amor y quiere casarse con una joven de origen tailandés; el matrimonio se celebrará en Tailandia, debido a la mentalidad tradicional de los padres de ella. Pero esta vez no habrá despedida de soltero, tan solo una invitación para que los amigos de siempre asistan a la ceremonia, incluido Alan (Zach Galifianakis). Ya en Tailandia y asumida la negativa de Ed para hacer una fiesta, bajan a la playa para tomarse unas cervezas a la luz de una fogata e irse a dormir a continuación. Pero los planes no salen según lo previsto.
Al igual que en la primera parte cabía la posibilidad de que el sector femenino se echara unas risas a costa de las calamidades de nuestros tres protagonistas, en esta segunda entrega, la propuesta se embrutece tanto que lo hace bastante difícil. Esta es una película destinada al público masculino descaradamente; a esa subespecie de hombres que tienen una tediosa vida de pareja y están desesperados porque surja cualquier evento que les permita desmadrarse.
Y la verdad es que en un principio la fórmula funciona. Cambiamos el «esta noche la vamos a liar» de la primera parte, por el «no teníamos nada pensado y la noche se nos fue de las manos». La situación en que despiertan nuestros protagonistas es tan surrealista que es difícil no soltar una carcajada y frotarse las manos pensando en el encaje de bolillos que van a tener que hacer para solucionar el lío en que se han metido. La forma en que van descubriendo las pistas para recomponer lo sucedido la noche anterior, también funciona; hasta que llega el momento en que el conjunto empieza a perder chispa, desaparece la diversión y el tornillo que el guión apretaba con tanto ahínco se pasa de vueltas.
«Resacón II» se pierde en el planteamiento continuo de situaciones rocambolescas, sin intentar desarrollar un argumento coherente ni explotar la relación de sus personajes. Porque al fin y al cabo, se trata de unos amigos que se reúnen para celebrar una boda, pero la interacción entre los mismos brilla por su ausencia. Lo único que salva este desaguisado es la interpretación de Zach Galifianakis, un gran actor cómico, que cuando el guión lo permite, roba sus planos a quien se le pone por delante.
Carlos Fernández Castro