Los Secundarios al Poder: Cómo robar un Plano, Secuencia o Película
Seamos sinceros, la mayor parte de los espectadores recuerdan las películas que ven en función de los actores que las protagonizan: «¿te acuerdas de aquella película de Al Pacino…?». A pesar de tener mi colección de DVDs ordenada alfabéticamente por director, entiendo la importancia de un actor principal. Pero ¿hemos olvidado acaso la repercusión que puede llegar a tener un actor secundario en cine? En ocasiones, determinadas actuaciones, destinadas inicialmente a quedar en un segundo plano, adquieren un protagonismo inesperado. Ya sea debido a una buena escritura de guión, a posibles aportaciones del director sobre la marcha, o a que el papel este hecho a medida de un actor en concreto; lo que es evidente es que cualquier película de alto nivel, que cuente con secundarios de esta magnitud en su reparto, estará presentando una sólida candidatura a la eternidad.
A la hora de hablar de papeles secundarios, deberíamos hacer una diferenciación, ya que no es lo mismo una intervención puntual que una presencia continuada a lo largo del metraje. En mi opinión, existen tres tipos de secundarios, cuyas categorías paso a enunciar y comentar a continuación:
SECUNDARIOS EXPLOSIVOS O ROBA-PLANOS
Son aquellos secundarios que aparecen de forma casi testimonial en una película, pero que, por una u otra razón, dejan una huella imborrable en el espectador. Normalmente se trata de personajes que, cuando funcionan, llegan a convertirse en verdaderos iconos cinematográficos; porque en las secuencias que intervienen, ellos son los protagonistas indiscutibles.
HARVEY KEITEL EN «PULP FICTION»: después de haber sido uno de los protagonistas en «Reservoir Dogs», no era de prever que Tarantino le ofreciera un papel tan aparentemente insignificante. Pero como actor intuitivo que es, Keitel enseguida vió las posibilidades de su personaje y lo aprovechó, haciendo un magnífico trabajo en los dos o tres minutos que parece en pantalla. Quien haya visto «Pulp Fiction» jamás olvidará al Señor Lobo.
Frases que le hicieron famoso: «Estoy a 30 minutos de allí, llegaré en 10» // «Soy el Señor Lobo, soluciono problemas» // «Bueno, pero no empecemos a chuparnos las pollas todavía».
JOHN TURTURRO EN «EL GRAN LEBOWSKI»: por aquel entonces, John Turturro había protagonizado una de las películas más personales de los Hermanos Coen, «Barton Fink», y aunque no había participado en sus dos películas anteriores, seguía contando para ellos. Al menos eso es lo que él pensaba, porque cuando recibió las páginas de guión que correspondían a su personaje en la nueva película de los cineastas judíos, se sintió poco menos que traicionado. Después de una pequeña negociación, los Coen le permitieron hacer suyo el personaje y desarrollarlo a su antojo, siempre dentro de unos límites. El resultado, memorable: Jesus Quintana.
Frases que le hicieron famoso: «Estáis listos para que os follen, veo que habéis conseguido llegar a semifinales…¡Dios mío, tíos! Seamus y yo os vamos a follar vivos» // «Tú lo has dicho, nadie jode a Jesús».
OTROS EJEMPLOS INTERESANTES: Federico Luppi en «Lisboa», Peter Sellers en «Lolita», Robert Duvall en «Apocalypsis Now» y Robert de Niro en «El Corazón del Ángel»
Un Ejemplo Visual
SECUNDARIO OMNIPRESENTE O ROBA-SECUENCIAS
En mi opinión, esta es la modalidad más compleja de construir, ya que su éxito depende de una meticulosa escritura de guión y una portentosa interpretación. Se trata de personajes que no aparecen físicamente a lo largo de la mayor parte del metraje, pero de los cuales conocemos exhaustivamente su personalidad antes de que irrumpan por primera vez en pantalla. El éxito de las películas que presentan este tipo de personajes, depende en gran medida de que éstos funcionen con precisión. Para ello es necesario un actor que sea capaz de responder a las expectativas generadas en el espectador a lo largo de gran parte del metraje, y de hacerse el amo de la función desde ese preciso momento.
ORSON WELLES EN «EL TERCER HOMBRE»: La película dirigida por Carol Reed tiene una duración de una hora y treinta minutos; durante la primera hora y cuarto no dejamos de oír hablar de Harry Lime, un personaje que ha fallecido recientemente, pero cuyo espíritu parece sobrevolar allá por donde pisa su gran amigo Holly Martins. Cuando vemos por primera vez la tez de Lime, interpretado magistralmente por Orson Welles, algo en nuestro interior nos dice que esta película que tanto nos está gustando, ha dado el paso definitivo para convertirse en una de nuestras favoritas. En este caso, Graham Greene prepara el terreno a un inspiradísimo y carismático Orson Welles con un excelente guión.
Frases que le hicieron famoso: «Recuerda lo que alguien dijo: En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos… pero también Miguel Ángel, Leonardo y El Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz, ¿y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!»
MARLON BRANDO EN «APOCALIPSIS NOW»: Los informes que lee el Capitán Willard (Martin Sheen) sobre el Coronel Kurtz (Marlon Brando), a lo largo de su camino hacia el infierno en «Apocalypsis Now», es uno de los recursos de guión más inteligentes y mejor utilizados que he tenido la ocasión de disfrutar en mi vida. Al igual que Willard, conocemos a Kurtz como si hubiésemos convivido con él desde el principio. Cuando lo vemos por primera vez, supera nuestras expectativas; como ocurre en «El Tercer Hombre», el mérito no es sólo del guionista y el actor, un arrollador e intenso Marlon Brando en este caso, sino también del director y el director de fotografía, que contribuyen a multiplicar la magia de estos personajes en su portentosa presentación.
Frases que le hicieron famoso: «He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir» // «He visto horrores… horrores que tú has visto. Pero tú no tienes derecho a llamarme asesino. Tienes derecho a matarme. Tienes derecho a hacer eso… pero no tienes derecho a juzgarme.»
OTROS EJEMPLOS INTERESANTES: Kevin Spacey en «Seven».
Un Ejemplo Visual
SECUNDARIO CLÁSICO; EN OCASIONES, ROBA-PELÍCULAS
Obviamente es el caso más generalizado y se trata de personajes que, sin ser protagonistas, tienen una relevancia muy importante en la película. Dependiendo de la longitud de su papel, pueden llegar a relegar al protagonista a un segundo plano en la memoria del espectador.
PAUL NEWMAN EN «CAMINO A LA PERDICIÓN»: quien haya visto esta magnífica película, dirigida por Sam Mendes, recordará que cuando Paul Newman aparece en pantalla, cualquiera de los actores con los que comparte plano, incluido Tom Hanks, desaparecen como por arte de magia; la realidad es bien distinta, pero tus ojos son incapaces de mirar a otro actor en ese momento. Afortunadamente para Tom Hanks , el papel de Newman no fue lo suficientemente largo como para robarle la película, pero estuvo muy cerca de ello.
Frases que le hicieron famoso: «Me alegro de que hayas sido tú», dice Newman al tener la certeza de que va a ser ajusticiado por Tom Hanks, algo más que su propio hijo para él.
GEORGE C. SCOTT Y JACKIE GLEASON EN «EL BUSCAVIDAS»: Si Eddie Felson hubiese sido interpretado por otro actor que no fuera Paul Newman, su personaje hubiera sido devorado ferozmente por estos dos monstruos de la interpretación. El trabajo de Gleason, encarnando a «El Gordo de Minesotta», y el de George C. Scott son de un nivel propio de la película en que intervienen; y es que en mi opinión, de cada cien veces que me pregunten, 95 de ellas responderé que «El Buscavidas» es la mejor película de la historia del cine.
Frases que le hicieron famoso: «Juguemos un poco al billar», dice el Gordo de Minnesota después de llevar más de 24 horas jugando contra Eddie Felson y éste acepte seguir jugando.
OTROS EJEMPLOS INTERESANTES: Christophe Walz en «Malditos Bastardos» y Martin Landau en «Ed Wood»
Un Ejemplo Visual
SECUNDARIO MIXTO, CLÁSICO-OMNIPRESENTE
KEVIN SPACEY EN «SOSPECHOSOS HABITUALES»: el caso de Kevin Spacey en «Sospechosos Habituales» es el único que recuerdo que consigue mezclar dos tipos de secundario de una manera tan indisoluble. SPOILER: hablar de protagonistas en esta película es muy aventurado; quizás Keaton, el personaje interpretado por Gabriel Byrne, es el que más responde a este patrón, pero lo realmente interesante en ella es su galería de secundarios, entre los que destaca Verbal Kint (Kevin Spacey). Durante toda la película se habla de un personaje poderoso y aterrador al que todos temen, pero al cual nadie conoce; se trata de Keyser Soze, un nombre que queda grabado a fuego en nuestra memoria. Continuamente recibimos información sobre las hazañas que le han granjeado dicha fama. Cuando al final descubrimos que Soze no es otro que Verbal, el impacto es demoledor y las piezas del rompecabezas empiezan a encajar con efectos retroactivos por obra y gracia de Christopher McQuarrie, guionista del film, y Kevin Spacey, quien realiza una interpretación memorable.
Frases que le hicieron famoso: «El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía»
Un Ejemplo Visual
Después de haber realizado esta disección, espero que cualquier actor en potencia y algún que otro espectador se hayan dado cuenta de la importancia que puede llegar a tener un actor secundario. Así mismo, actores que habitualmente interpretan roles protagonistas, no deberían poner el grito en el cielo al ser ofrecidos papeles demasiado pequeños para cubrir sus inmensos egos. Es una cuestión de buscar tu momento; el sol brilla mas que la luna, pero cuando llega la noche, no hay más que hablar.
Carlos Fernández Castro
También en Pulp Fiction no hay que olvidar el sublime monólogo de Christopher Walken contando la historia del reloj de oro.
http://www.youtube.com/watch?v=z0jHYQAVuZ0
Este actor es otro gran ejemplo de secundario que termina cobrando mas protagonismo que el propio protagonista.
Absolutamente de acuerdo, Ociofreak, gran papel el de Walken. Hay tantos que se han quedado en el tintero…
…tantas actrices en el tintero de las secundarias memorables
Cierto, pero todo a su debido tiempo…