Hierro 3 (Bin-Jip) (2004)
Nota: 7,5
Dirección: Kim Ki-duk
Guión: Kim Ki-duk
Reparto: Seung-yeon Lee, Hee Jae, Kwon Hyuk-ho, Joo Jin-mo, Choi Jeong-ho, Lee Joo-suk, Lee Mi-sook, Moon Sung-hyuk
Fotografía: Jang Seung-beck
EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)
El cine de Kim Ki-duk está dotado de lo que muchos cineastas persiguen durante toda su carrera y en muchas ocasiones nunca llegan a conseguir: personalidad. El director coreano establece una relación entre espectador y película muy especial, basada fundamentalmente en un portentoso uso del lenguaje visual. Es cierto que esta técnica narrativa no consigue llegar a todo el mundo; la casi ausencia de diálogos durante gran parte del metraje exige del espectador un esfuerzo que, en muchos casos, no está acostumbrado a realizar. «Hierro 3» es la historia de amor entre Tae-suk y Sun-hwa contada a la manera Kim Ki-duk; para muchos pura poesía, para otros un sublime aburrimiento.
Argumento: Tae-suk (Hee Jae) es un joven que ocupa temporalmente viviendas cuyos habitantes están ausentes. Un día entra en una casa en la que las fotos de una bella modelo adornan las paredes. Después de comer, lavar los platos y hacer algunas reparaciones, Tae-suk descubre que está siendo observado por la mujer de la casa, Sun-hwa (Lee Seung-yeon), a la que reconoce como la modelo de las fotos. Unidos por vínculos invisibles, como si estuvieran predestinados a amarse, descubren que no pueden separarse y aceptan en silencio su nuevo y extraño destino.
La película, que posee una fuerte carga simbólica, habla de personajes aislados que viven al margen de la sociedad. La intención del director es que el espectador se plantee una realidad fuera de lo establecido, en la que apenas importa lo material o la seguridad de tener un lugar estable donde vivir. También nos cuenta cómo, en ocasiones, la gente que vive de modo “normal” reacciona de forma violenta ante lo desconocido o extraño, como si todo el mundo tuviera que pensar o vivir de la misma manera. “Hierro 3” gira en torno a dos personajes que viven, cada uno a su manera, en soledad y silencio. Cuando Sun –hwa descubre que Tae-suk ha entrado en su casa, lo sigue durante un prolongado tiempo de forma hipnótica. Poco a poco, mientras le observa sin ser vista, reconoce en aquel extraño a su alma gemela. A partir de de este momento es donde la dirección de Kim Ki-duk brilla de manera deslumbrante, transmitiendo toda la fuerza emotiva del enamoramiento a través de las imágenes. Es innegable que la calidad de la interpretación de los actores contribuye al trabajo del director; tanto Lee Seung-yeon como Hee Jae hacen cercana y creíble la relación que surge entre ambos. Sus gestos y miradas consiguen ser más que suficientes para entender por lo que están pasando. De hecho, creo que cuando consigue conectar con el espectador, el vínculo creado entre lo que se está contando y el que lo esta viendo es mucho más fuerte y poderoso que el que se habría conseguido con una narrativa más convencional.
Otro aspecto llamativo en «Hierro 3» es la forma en la que se genera tensión entre la existencia tranquila, en la que los dos personajes principales disfrutan compartiendo el silencio, y el ruido violento del mundo exterior. Esta tensión se manifiesta en el hecho de que ni Tae-suk, ni Sun Hwa dicen una palabra hasta las últimas escenas de la película. Aunque esto puede sonar pretencioso, Kim utiliza este recurso con habilidad, sin que interfiera en el desarrollo de la película.
En definitiva, estamos ante una obra distinta que aborda un tema universal, mil veces contado en el cine, de una manera diferente. Kim Ki-duk realiza un film que juega con lo real y la fantasía. El resultado es una compleja exploración de las relaciones humanas y la comunicación, así como de la violencia tan a menudo inherentes a estos aspectos de la vida. No creo que sea una película para todos los públicos; sí estoy seguro de que quien consiga conectar con «Hierro 3», quedará conmovido ante su belleza.
David Rubio Lucas.
Muy de acuerdo con la crítica (aunque subiría un poco la puntuación 🙂 Creo que, pese a su apariencia «extraña», o demasiado «esteticista» (para criterios convencionales), cuando Kim está inspirado, consigue ser expresivo, sin forzarlo, emocional y bello, pasional y reflexivo, muy humano. Sí, poético, en el mejor sentido. En esa lista de grandes obras también estarían, en mi opinión, «Samaritan Girl», «Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera» o «La isla».
…tu lo has dicho….POESÍA . Una palabra tristemente pasada de moda pero persistente y agradable, para personas sensibles, algo que tampoco está en boga. Casi todas las pelis de Kim ki-duk aportan esa atmósfera enrarecida , como de otro mundo, un mundo teatralizado y lento, como en realidad és. Pues todo(y el cine no se libra)parece ir a cámara rápida. Las pelis que citas aparte de rezumar arte a mi personalmente me hacen meditar sobre muchas cosas que el ser humano hace por inercia sin preguntarse si podrían hacerse de otro modo.
Un saludo.
Ya somos dos amantes de la poesía cinematográfica de la que es responsable Kim Ki-duk en sus películas; artistas así son siempre necesarios.