Serenity (2005)

Nota: 7

Dirección: Joss Whedon

Guión: Josh Whedon

Reparto: Nathan Fillion, Gina Torres, Chiwetel Ejiofor, Alan Tudyk

Fotografía: Jack N. Green

«Serenity» es un caso extraño, muy raro, casi único. Y lo digo porque, si ya es difícil que de una serie de televisión se haga una película, (me viene a la cabeza ahora «El equipo A», «Star Trek»,»Los Angeles de Charlie» o «Expediente X» como ejemplos de series de éxito que se llevaron al cine para seguir explotando el filón), lo es todavía más cuando la serie en la que está basada la película no es precisamente un bombazo de audiencia. Y es que «Serenity» está basada en la serie «Firefly» de la que sólo tuvieron que emitir 11 de los 13 capítulos de la primera temporada antes de que la cadena norteamericana FOX cortara su emisión. La baja audiencia tuvo la culpa. Aunque es verdad que la programación y difusiónno ayudaronprecisamente: horarios intempestivos y capítulos emitidos sin seguir  un orden lógico (el episodio piloto, por ejemplo, en mitad de la serie), hicieron que  resultase bastante complicado seguir el hilo argumental y lograr que el público se enganchara. No obstante, la edición en DVD de estos 11 capítulos tuvo gran aceptación, convirtiéndose en un fenómeno de culto. Fue Joss Whedon, creador de la serie, el quien se obstinó en dar un digno final a la serie llevando a cabo la película con prácticamente los mismos actores. «Firefly» me parece bastante irregular; la historia de vaqueros espaciales está explotada de una manera que se hace en ocasiones difícil de creer. Por otro lado, el ritmo y las tramas de algunos capítulos no son precisamente brillantes.

«Serenity» se sitúa aproximadamente dos meses después del último capitulo de «Firefly» y cuenta la historia de cómo el Capitán Malcolm Reynolds, curtido veterano de la guerra Civil Galáctica, que ahora se gana la vida haciendo carga y transporte con su nave, la Serenity, acoge a bordo a dos nuevos pasajeros, un joven doctor y a su hermana. Pronto descubre que ambos son fugitivos de la Alianza Universal que gobierna la galaxia y que no se detendrá hasta capturar a la chica. La tripulación de la Serenity, acostumbrada a explorar los límites de la galaxia, se ve atrapada entre las fuerzas militares de la Alianza Universal y los Ravers, salvajes que orbitan alrededor de un misterioso planeta que no aparece en las cartas de navegacion. Los que no hayan visto la serie que no sufran porque la película es absolutamente independiente de «Firefly», no hay referencias a esta última que hagan que el espectador pueda perderse en el transcurso de la aventura.

A diferencia de la serie, el ritmo de la película es trepidante, dejando pocos momentos de reposo al espectador. Los personajes, pese a no estar muy trabajados, tienen el carisma suficiente como para resultar atractivos, en especial el del capitán Malcolm: una especie de Han Solo de película de bajo presupuesto pero que da el pego en todo momento. Técnicamente y pese a que, como hemos dicho no cuenta con un presupuesto muy abultado, la película se defiende dignamente y tanto la fotografía como la ambientación espacial alcanzan un nivel más que notable. La otra gran diferencia entre la película y la serie es que la primera no se centratanto en el aspecto «western»; en «Serenity» la mezcla de géneros es menos forzada y conviven con muchísima más naturalidad. Es evidente el empeño de Whedom en hacer una película de aventuras, entrenida y alejada de cualquier trascendencia temática. Si bien es cierto que no deja de ser una amalgama de películas ya vistas, el resultado final cumple con su propósito y supera holgadamente el nivel medio de un genero (o subgénero), el de aventuras espaciales, que precisamente no puede presumir de una filmografía en la que abunden las grandes obras.

En definitiva, «Serenity» es entrenida, con toques de humor y seguro del agrado de los amantes de este tipo de películas. Para los que no lo son tanto, les recomiendo den una oportunidad a esta película de ciencia-ficción que es un soplo de aire fresco dentro de este género tan denostado.

David Rubio Lucas

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