Sin Límites (Limitless) (2011)
Nota: 4
Dirección: Neil Burger
Guión: Leslie Dixon
Reparto: Bradley Cooper, Robert de Niro, Abbie Cornish, Anna Friel
Fotografía: jo Willems
EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)
Después de haber dirigido «El Ilusionista», película que pasó injustamente desapercibida debido a su coincidencia en las salas de cine con «El Truco Final», Neil Burger gozaba de un cierto prestigio, que debía consolidar con su próximo trabajo. A priori, tanto la presencia de Bradley Cooper como el lamentable olfato de Robert de Niro en los últimos tiempos, no hacían más que teñir el cielo de oscuros nubarrones. Bastan cinco minutos de metraje para desatar una tormenta perfecta, en la que el barco de Burger naufraga estrepitosamente, sin posibilidad de rescate.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
El argumento es el siguiente: Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor en horas bajas. A pesar de haber firmado su primer contrato editorial, la inspiración le esquiva incesantemente. Su permanente apatía y deprimente estado de ánimo provocan que su novia le abandone. Cuando todo parecía ir mal, aparece en su vida de manera fortuita su ex-cuñado; al ver el estado en que se encuentra, le regala una misteriosa pastilla, garantizándole unos efectos sorprendentes. De repente, se siente invencible, consigue razonar brillantemente y siente que tiene el mundo a su alcance. Pero olvida que todo en esta vida tiene un precio…
Está bien, se trata de una película de ciencia-ficción, pero esto no justifica que todo en ella parezca artificial y artificioso. Intentas entrar en su mundo con todas tus fuerzas, pero un lamentable trabajo en la dirección a cargo de Neil Burger da al traste con toda posibilidad de que el producto final funcione.
Aun así, no todo es culpa del director, ya que el guión tampoco ayuda a solventar los errores anteriormente comentados. Todo ello, junto a la inestimable ayuda de una atronadora y tormentosa banda sonora, impiden que el espectador se sienta identificado con el personaje interpretado por el omnipresente Bradley Cooper o con las situaciones que éste vive.
Quizás porque no utiliza las pastillas como muchos hubiéramos soñado; o puede ser que no nos atraigan los personajes tan aparentemente triunfadores, pero vacíos por dentro; tal vez sea por sus interminables cambios de corte de pelo a lo largo del metraje. En definitiva, el protagonista de «Resacón en Las Vegas» no aprovecha su recién adquirida popularidad para hacer algo de provecho. Como productor ejecutivo, se rodea de magníficos profesionales, pero éstos realizan un pésimo trabajo al centrarse únicamente en que la mano que les alimenta alcance su ansiado estrellato. No podemos culparles. Por cierto, habréis observado que ni menciono el trabajo realizado por de Niro en la película; podéis imaginad por qué. Estás cayendo demasiado bajo, Robert.
Carlos Fernández Castro
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Robert de Niro es, probablemente, y junto a Jack Nicholson el mejor actor vivo de la actualidad y, sin lugar a dudas, uno de los mejores actores de la historia.
Ahora bien, el visionado de sus últimas películas nos sirven muy bien para conocer la calidad del cine actual. Y, francamente, en los últimos trabajos de de Niro sólo destaca su propia interpretación.