La Legión del Águila (The Eagle) (2011)
Nota: 5
Dirección: Kevin Mac Donald
Guión: Jeremy Brock (Novela: Rosemary Sutcliff)
Reparto: Channing Tatum, Jamie Bell, Mark Strong, Donald Sutherland
Fotografía: Anthony Dod Mantle
EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)
Después de la brillante “La Sombra del Poder”, Kevin MacDonald cambia de tercio y retoma un género olvidado desde que Ridley Scott filmara “Gladiator”: el cine de romanos. En esta ocasión, más que una recreación del mundo en tiempos del Imperio, lo que se pretende es contar una historia de amistad entre un legionario romano y un esclavo celta. El cineasta escocés consigue su objetivo en momentos aislados, ya que la relación en la que se basa el argumento carece de la suficiente credibilidad para involucrar al espectador, a pesar del gran esfuerzo realizado en la ambientación de la cinta.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
Argumento: Siglo II dC. Marcus (Channing Tatum) es un legionario que vive por y para el ejército romano. Vive obsesionado por recuperar el honor de su familia, ya que hace veinte años su padre desapareció en combate, y con él el Águila de la Legión Novena, unidad que éste comandaba. Con la ayuda de Esca (Jamie Bell), un esclavo celta, emprenderá una inolvidable aventura con el único objetivo de recuperar tan emblemático símbolo.
Es innegable el esfuerzo económico que se ha debido realizar para poder filmar esta obra, pero no es suficiente como para que al final de la misma uno deje de preguntarse si lo que realmente se proponían sus responsables era realizar una buena película o simplemente ver cumplido uno de sus sueños de infancia. Estéticamente, estamos ante un trabajo muy cuidado, como podemos comprobar observando la fortificación en la que se produce la batalla donde Marcus es herido, o la reconstrucción del pequeño circo provincial, donde se conocen los protagonistas. Nada hay que objetar a las localizaciones; son ideales tanto en los momentos iniciales del film, que transcurren en Inglaterra, aunque fueron rodados en Hungría, como a partir del momento en que Marcus y Esca inician su aventura por tierras escocesas, rodado en Escocia.
Pero ninguna de sus virtudes pueden evitar que tengamos la sensación de estar presenciando algo que ya nos han contado millones de veces; en un contexto diferente y con otros personajes, pero al fin y al cabo, la misma historia. MacDonald y su guionista, muy en la línea de la Alianza de Civilizaciones (permítanme el tono irónico), toman como referencia las Buddy Movies tan populares en los 80, y pretenden hacernos creer el nacimiento de una preciosa amistad entre un legionario romano y su esclavo celta. Evidentemente, el argumento es víctima de una ingenuidad galopante, más propia de un niño de ocho años que de unos profesionales que pretenden producir una película destinada a un público supuestamente adulto. Si a esto añadimos una escasa profundidad en los personajes y unas secuencias de acción resueltas de un manera ramplona, no queda mucho por disfrutar; una decente interpretación de Jamie Bell que, dentro de las posibilidades del guión, logra que nos preguntemos por qué no le vemos más habitualmente en la gran pantalla.
«La Legión del Águila» es una película que se deja ver, pero nunca llega a entusiasmar; me atrevería a afirmar que llega incluso a indignar cuando alcanza su tramo final, realmente bochornoso. A pesar de que MacDonald demuestra ser un director solvente, es evidente que en esta ocasión se encuentra desorientado y fuera de juego; no es el cine que suele realizar y eso se nota. Si lo que quieren es ver una de romanos, desenpolven el DVD de «Espartaco» y háganse un favor.
Carlos Fernández Castro