Memories of murder (Salinui Chueok) (2003)
Nota: 8,5
Dirección: Joon-ho Bong
Guión: Joon-ho Bong, Kwang-rim Kim y Sun Bog Shin
Reparto: Kang-ho Song, Sang-kyung Kim y Roe-ha Kim
Fotografía: Hyeong-gyu Kim
EN BREVES PALABRAS (Para los impacientes)
«Memories of Murder» es una de esas joyas que misteriosamente pasan desapercibidas. Estrenada alla por el año 2003 y pese a que su director, Joon-ho Bong, fue galardonado ese mismo año con la Concha de Plata en el Festival de San Sebastian, la película pasó por nuestras carteleras sin pena ni gloria. No tengo los datos de taquilla en España, pero en Estados Unidos se proyectó en una sala, sí una sala para todo Estados Unidos, en julio de 2005 y aguantó 3 semanas en cartelera. Pese a esta escasa aceptación de público fuera de sus fronteras, estamos, en mi opinión, ante uno de los mejores thrillers de los últimos tiempos, de un realismo y sordidez apabullantes, que durante sus más de dos horas atrapa al espectador con una historia inquietante y límite.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
Basada en hechos reales, «Memories of murder» trata la investigación de los asesinatos cometidos en 1986 en la ciudad de Hwaseon en Corea del sur. Diez fueron las víctimas totales del asesino en serie más famoso en la historia del citado país. La película trasciende en su narración del mero trabajo policial para implicar al espectador en la búsqueda del culpable. Tras unos primeros quince minutos que son quizás lo más flojo de esta excepcional película, su director, Bon Joon-ho, comienza a desarrollar, con un ritmo impecable, un thriller policiaco ejemplar.
La película muestra los rudimentarios métodos de la policía local, personificados en dos detectives: Park Doo-Man (Song Kang-ho) y Cho Yong-koo (Kim Roe-ha). Movidos más por el interés de cerrar el caso con rapidez que por el de atrapar al verdadero culpable, realizan un sinfín de despropósitos y equivocaciones durante esta primera parte del metraje, en la que el tono cómico cohabita con asombrosa naturalidad con la arriesgada apuesta del director por realizar una valiente y dura crítica sobre la brutalidad policial, mostrando sin ambages de lo que son capaces estos dos policías por conseguir una confesión. Con la aparición del detective Seo Tae-Yoom (Kim Sang-kyung) que llega como refuerzo desde Seúl, y tras unos primeros momentos de choque sobre la manera en la que llevar la investigación, la trama se centra más en la desalentadora búsqueda del culpable que va minando poco a poco a los investigadores.
«Memories of murder» esta plagada de momentos de gran cine. Destacan las escenas nocturnas en los caminos solitarios, con la lluvia que cae incesante y que refuerza la sensación de impotencia. La magia del cine se expresa en toda su plenitud en esas noches de luna llena, en las que vivimos la incertidumbre de los investigadores ante la seguridad de que, en ese preciso momento, el asesino esta volviendo a actuar.
Es innegable que el abrumador realismo de la película es su punto fuerte. Sin desmerecer otros aspectos que están a la altura, es en el reflejo de la crispación y la desesperación que aflora en el ser humano ante situaciones extremas, donde destaca sobremanera. En ocasiones, el realismo mal entendido se torna en intrascendencia y aburrimiento cuando el director se obceca en darle prioridad sobre la fluidez de la narración y el interés del espectador. «Memories of Murder» es todo lo contrario, se vale del realismo para ganarse la atención de una audiencia que muerde el cebo y no lo suelta hasta que acaba la película.
David Rubio Lucas