Más Allá de la Vida (Hereafter) (2010)
Nota: 7
Dirección: Clint Eastwood
Guión: Peter Morgan
Reparto: Matt Damon, Cecile de france, George/Frankie McClaren, Lindsay Marshall, Bryce Dallas Howard, Jay Mohr
Fotografía: Tom Stern
EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)
Al borde de los 81 años, el maestro Eastwood todavía tiene ganas de experimentar, y eso es exactamente lo que hace en su última película. Permaneciendo fiel a su estilo narrativo, el director de «Gran Torino» se estrena en el cine sobrenatural, y amplía su cada vez mas ecléctica filmografía, con una obra notable, aunque no a la altura de sus mejores momentos. Durante gran parte del metraje, disfrutamos de una historia muy bien contada, que capta brutalmente la atención desde su arrebatador inicio, pero que se desinfla repentinamente por un giro de guión difícilmente justificable. Aún así, salimos de la sala de cine con la sensación de haber disfrutado de una nueva muestra del talento de Eastwood, pero con el pesar de no haber recuperado su mejor versión.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
La película tiene un argumento que se ramifica a través de tres historias: George (Matt Damon) es un hombre que, desde pequeño, tiene un don que le permite contactar con los muertos; intenta ignorarlo, ya que lo único que le ha supuesto en su vida ha sido un disgusto detrás de otro. Después de haber sufrido en directo la tragedia provocada por un tsunami en Tailandia en 2004, Marie (Cecile de France) tiene la sensación de haber experimentado qué hay después de la muerte; deja su trabajo y se dedica a escribir un libro sobre ello. Markus y Jason (George y Frankie McClaren) son dos gemelos que viven con su madre hereinómana; un día Jason muere atropellado y a partir de ese momento Markus investiga todos los medios posibles para poder contactar con él….
En «Más Allá de la Vida», Eastwood juega sus cartas de una manera brillante; consciente de que su cambio de registro ha provocado recelo y desconfianza en sus seguidores y comentarios más despectivos de lo habitual en sus detractores, decide abrir la película con una secuencia espectacular e insólita en su dilatada carrera; se trata del tsunami que asoló la costa de Tailandia en 2004 y que da inicio a la historia de Marie. Desde ese momento, el director californiano consigue atrapar al espectador de lleno, consiguiendo de este modo que olvide todo aquello que es ajeno al film.
El guión se estructura en tres hilos argumentales y en cada uno de ellos, sus protagonistas están ligados o interesados en la vida después de la muerte en mayor o menor grado. Markus quiere encontrar a alguien que le ponga en contacto con su recientemente fallecido hermano; no tiene constancia de que pueda hacerlo, pero lo intenta; Marie acaba de tener un experiencia que no es capaz de explicar, pero sospecha que esta relacionada con la muerte y quiere llegar a entenderla; George tiene un don que le permite comunicarse con espíritus; para él, es una maldición que prefiere ignorar y de la que pretende deshacerse. Como vemos, un mismo tema gobierna las tres historias, pero su tratamiento y la percepción que cada uno de los personajes tiene del mismo es bien diferente.
El pulso narrativo de Eastwood se mantiene intacto, la dirección de actores y la interpretación de los mismos vuelve a ser magnífica (en especial Matt Damon, mejorando con cada nueva interpretación y Bryce Dallas Howard, una vez más deliciosa y natural en su actuación) y su fotógrafo habitual, Tom Stern, demuestra una versatilidad admirable, adaptando la fotografía del film a cada ubicación geográfica (Tailandia, Paris (Marie), Londres (Markus y Jason) y Estados Unidos (George)). Pero el equilibrio se rompe donde menos lo esperamos; Peter Morgan, el brillante guionista de «La Reina», «El Último Rey de Escocia» y «Frost vs Nixon», confecciona un libreto que resiste la dificultad inherente a simultanear tres historias paralelas, hasta que se decide dar un giro inexplicable e innecesario en todas ellas, recordando la torpeza de Paul Haggis en «Crash».SPOILER: provoca el cruce de las tres historias, mediante un encuentro increíblemente fortuito entre los tres protagonistas, que viven en diferentes partes del mundo y no se conocen entre si. Que George y Marie se conozcan, no resulta descabellado; puede suceder. Pero Morgan, cegado por la ambición, pierde toda la credibilidad al intentar la cuadratura del círculo, es decir, que los tres se encuentren en el mismo lugar y en el mismo momento. FIN SPOILER. Aunque quizás Eastwood y Morgan tenían la intención de apelar a lo sobrenatural para explicar esta casualidad.
En definitiva, «Más Allá de la Vida» es una película que merece la pena ver, porque nos regala una admirable hora y media del mejor Eastwood, permitiéndonos olvidar el fiasco que supuso «Invictus». Con gran cierto y habilidad, el director americano evita posicionarse en cuanto a la existencia de la vida después de la muerte, descargando esta responsabilidad en sus personajes y aprovechando para centrarse en lo que verdaderamente le gusta: el estudio de la naturaleza humana, con sus virtudes y sus defectos.
Carlos Fernández Castro
Grande Clint, a mi me gusto «Crash», no se que pegas se le pueden poner a esa película. El hecho de que se cuenten historias cruzadas en una película no le quita credibilidad. El director como creador omnisciente sabe que esta escogiendo personajes que se van a encontrar en su película, por lo que juega con ventaja con respecto al espectador. Los escoge, sabiendo que luego se van a encontrar. No es casualidad, por lo que no se puede criticar, al igual que ocurre con más allá de la vida.
No se, es una opinión.
¿por qué no escribís una crítica de «medianoche en el jardín del bien y del mal»? Saludos
Muy buenos días familia bandeja de plata.
Para ser escrupulosamente ordenado, comenzaré felicitándole Mr. Fernandez Castro por su, una vez más, certera y honesta crítica.
Seguiré por expresar mi parecer sobre la peli en cuestión: más que recomendable. Una de las cintas de visionado indispensable que, como hongos multicolores, estos días tamizan nuestra cartelera. Lástima que en otras fechas no nos abrumen con tanto y tan bueno donde elegir.
En tercer lugar, situaré dicha cinta en el escalafón de piezas de Eastwood: a mi juicio relegada al tercer nivel; cohabitando con «El intercambio» o «Ejecución inminente», y nítidamente por debajo de la nómina de excelentes obras que el bueno de Clint atesora (entre las que figura «Medianoche…»).
Y para finalizar introduciré un par de cuestiones aquí, por si pudieran prestarse a debate:
Carlos, completamente de acuerdo con el comentario acerca de la dirección de actores, cuestión ésta en la que Eastwood es un maestro. El trabajo que realiza con la interpretación de los niños es magistral, y qué decir de Matt Damon: está sublime. Ahora bien, muchos argüirán que este piropo procede del reverencial, y nada homosexual, amor que siento por Clint; pero si contemplan con detenimiento el trabajo de Damon, veran que en «Hereafter», parece como si el cuerpo del robusto mocetón de Massachusetts, albergara el alma y la sabiduría del veterano actor/director californiano. Cada uno de sus movimientos nos recuerdan a los ademanes de Eastwood, cuando éste retrata personajes abatidos por una torturadora pena (un clásico del repertorio Clint).
Y por otro lado, al igual que Carlos, quería expresar mi rabia por el empecinamiento por parte de los guionistas, de un tiempo a esta parte, en tratar de atar todos los cabos (como tan correctamente figura comentado en el spoiler de la crítica) para cerrar su obra. Una artimaña que no hace sino desmembrar la relación espectador-film (en mayor o menor medida dependiendo de la pirueta trazada), pues supone limar credibilidad a la historia, y por ende, intensidad al drama que en la misma figura.
Pd: de nuevo, mi más sincera enhorabuena por el artículo.